jueves, 29 de noviembre de 2007

Actitud Bipolar (by Rominenaa)


Detengan la rueda que me quiero bajar.
Mi ansiedad ya no me deja respirar.
No deja espacio para pensar en otra cosa,
que no sea tu silueta tan ruidosa.

La temblorosidad de mis manos se confunde con tu cuerpo,
se desatan mis deseos, y la locura abunda en la cama.
El sudor de la piel parece aceite, y nuestras extremidades
se resbalan, haciéndolo parecer todo tan sensual.

Tus labios y su color monótono,
Tus dedos tan marchitos y dedos sedientos.
Mis uñas rasguñando tu espalda,
y la lujuria marcada en las miradas.

Tu olor característico,
Mis piernas enredadas en tu torso,
Tu pelo abriendo paso en mi pecho,
y las caricias ya no tienen forma.

Todo se torna agresivo,
de una manera poco sutil.
Tus labios muerden los mios,
Y tu egolatría me empuja a un lado.

Me botas del lecho,
me dejas en una esquina.
Tu puño se eleva, desciende con velocidad
y golpea mi rostro.

EL tono de tu voz se eleva,
alcanza decibeles que jamás alcanzo.
tu actitud se torna ofensiva,
tu boca lanzando insultos tan extremos,
que mis oídos no necesitan oírlos.

Me levanto, para evitar la vergüenza de las injurias.
No necesito oír tus degradantes palabras
que no me hacen daño alguno.
Tu mano se empuña, se eleva y vuelve a caer en mi rostro.

Te logras controlar, me pides perdón.
El típico "nunca más" nunca suele faltar.
Y con un cigarro en la mano te digo:
" Nunca más me vas a tocar".

viernes, 2 de noviembre de 2007

Típico cliché...

(Reproducir primero, después leer...)


"Se trataba de un hombre, sensible, cariñoso, con manos suaves y ojos profundos.
Era distinto. No se acercaba a mi a preguntar mi nombre, siendo que se encontraba mirándome hace bastante tiempo. Noté enseguida su timidez y más notoria era ya que sus mejillas se tornaban rojizas cuando nuestras miradas se topaban.
Quizás el ambiente no era el óptimo para presentarse, quizás simplemente no se atrevía, tantos quizás y aún seguía abundando el silencio y el choque de miradas.
Asi que accedí a dar el primer paso. Lo saludé y le pregunté su nombre. "Felipe" me dijo. ¡Que coincidencia!, el nombre que a mi me encanta en el hombre (hasta el momento...) perfecto.
Su voz me cautivó totalmente. Sus facciones no eran perfectas, pero ésos pequeños detalles lo hacían único.
Conversamos bastante y de diversos temas, desde músicos hasta África. Era increíble, él de verdad era especial.
Y... de un momento a otro... lo besé. ¡LO BESÉ!, aquél roce, ésa sensación produjo como un terremoto en mi ser. Me dejó pegada al techo, volando en el espacio, contando estrellas, etc!. Jamás me había sentido asi.

Y... Desperté. Descubrí que en sueños encontré al hombre perfecto, en mis sueños lo besé. Pero... en la realidad él no existe."

Y éste fanatismo por los clichés jamás lo pude abandonar.

Es extraño como algo tan cursi me hace escribir más de cien palabras. Pero bueno...
quizás me tocó ser sentimental por cosas simples e imposibles, o quizás las cosas simples que siempre deben pasar, pero simplemente no suceden.