"Hola.
No quiero dar mi nombre, no tengo uno, por lo tanto, tampoco tengo identidad.
Puedes pensar que al no tener nombre, no existo, pero no es así. Yo soy de carne y hueso, de aire y partículas. Si me pincho, siento. Si me agreden, me duele.
Antes vestía con jeans pseudo-ajustados, poleras de corte normal y de vez en cuando con un polerón para el frío.
Mis amigos cambiaron su estilo, hicieron un cambio radical en su forma de vestir. Usaban pantalones grandes y sueltos, camisas y poleras grandes, chaquetas enormes y zapatillas de basketball, otros solo se preocupaban de su pelo, piercings, poleras ajustadas y accesorios que acompañaban. Yo solo los miraba y los dejaba ser, total.. no me hacían daño y me gustaba como se veían.
Gracias a sus prendas, cambiaron de actitud frente a todas las circunstancias, ya que se metieron en otro grupo de la sociedad, ya no eran "normales", ahora eran tildados como "pokemones", "flaytes", "pelolais" y/o "pokeflay".
No les molestaba como los llamaran, les daba lo mismo porque se sentían seguros de si mismos. Ésa confianza que tenían me hizo querer adaptarme un poco a su estilo, cambiar un poco mi forma de vestir, es decir, siempre lo exterior primero para ir cambiando un poco lo de adentro.
En la calle me gritan pokemon, y obvio.. al igual que mis amigos, me da lo mismo como me digan, al menos ahora tengo nombre, o al menos me asimilan con alguno cuando me veían en la calle.
Conozco harta gente, paso saliendo a ésos típicos carretes que van todos, donde el "ponceo" y el "sobajeo" son rutina. Se podría decir que soy uno más del montón y éso me gusta..."
Se podría decir.. que yo no soy como él, a mi me gusta la autenticidad, ser original se podría decir que es mi meta. Ser única, ser como nadie, ser yo.. es lo que más me gusta.
Me carga ésa idea de tener que ser de la forma que los demás son, seguir una moda para encajar en un grupo, es como estúpido. Yo soy como soy y si no les gusta, entonces no vale la pena conocerlos.
